jueves, 3 de febrero de 2011

Enredados (Tangled)

Sinopsis: El más buscado –y encantador- bandido del reino, Flynn Rider, se esconde en una misteriosa torre, es tomado de rehén por Rapunzel, una bella y vivaz adolescente con una cabellera dorada de 21 metros de largo, que está encerrada en la torre. Entonces, la singular captora, buscando el pasaporte que la saque del encierro donde ha permanecido durante años, sellando un pacto con el guapo ladrón.



Título Original: Tangled
Dirección: Byron Howard, Nathan Greno
Guión: Dan Fogelman, Jacob Grimm, Wilhelm Grimm
Género: Animación
Origen: Estados Unidos
Duración: 100 minutos
Clasificación: ATP
Distribuidora: Disney
Intérpretes: Mandy Moore, Zachary Levi, Donna Murphy, Ron Perlman








Una extraña de pelo largo

Como todo escenario tradicional de Disney, me sorprendió sobremanera, el hecho de que debe ser la primera película animada de esta productora, donde no hay una familia disfuncional (Todavía estoy llorando la muerte de la mamá de Bambi, Siempre pensé que por esto, Walt Disney odiaba a los niños, porque no entendía como podía hacernos sufrir tanto!). Esto mismo se lo contagiaron a su “sucursal” brillante, meca de todos los éxitos creativos dentro del cine de animación computadorizado de las últimas dos décadas, Pixar (Mi compañía favorita en cuanto a creación de películas de dibujitos). Con alta sorpresa y agrado pude ver que muestra a los dos reyes (rey y reina, vivos! aunque de entrada nos asustan con que la reina está a punto de morir por una grave enfermedad y la curan con una flor mágica, foco inicial de la historia. Lo cual pasa en el primer minuto de introducción inicial). Ese punto saliente me hablaba de que iba a ver algo distinto. Disney apostando a revitalizar un cuento muy clásico (Rapunzel), dándole un giro moderno que le aporta una gran dosis de dinamismo supremo. En un punto sentía que tenía el mismo ritmo intenso y magnético en el relato como la grandiosa “Kung Fu Panda”.
Ahora, retomemos la crítica. Tiene todos los condimentos de una historia clásica: Los reyes; un reino feliz con gente que ama a sus gobernantes; la bruja mala muy mala; el grupete de malosos que en su interior son buena gente, porque tienen un sueño distinto al de su maldad estereotipada; y los protagonistas que se terminarán enamorando según intuimos ya desde el mismo poster promocional. Es muy al estilo Shreck, en la cual se toma un clásico de esos que deberían empezar con un “Había una vez…”, pero que tiene una vuelta de tuerca que lo hace muy fácil y dinámica de ver. Y ahí es donde Disney saca toda su artillería probada a lo largo de los años. Las canciones son dignas de acordártelas por siglos (Todavía seguimos tarareando Hakuna Matata), la animación, sin sobrecargarse en lo digital (un gran acierto), es una genialidad en la captura de gestos que humanizan a los protagonistas y demuestran una maestría probada si de animación hablamos. Todo lo que de entrada pensamos que vamos a encontrar, lo encontraremos.
Y la historia no tiene mucho de creación si de guión se trata, no se despega demasiado de lo tradicional del género. Pero es dentro del dinamismo en el relato donde gana en intensidad. Luego de la recuperación de la madre/reina que estuvo a punto de morir, nace Rapunzel (título que me hubiera encantado que tenga, en vez del horrible “Enredados”), quien gracias a la flor mágica (con la que curaron a la madre) que otorga eterna juventud a quien le cantara. Le traspasa ese poder a la niña, más precisamente a su pelo. La bruja que era quien tenía la flor sin que nadie lo sepa hasta que la pierde, quiere recuperar su poder de la eterna juventud y se da cuenta que dicho poderío, ahora reside en la niña, más precisamente en su pelo. Así, que de mala que es, se roba a la bebe y la condena a vivir en una torre sin salida, haciéndole creer que el mundo es hostil y que solo la puede cuidar ella, quien se hace pasar por su madre. Rapunzel llega a sus dieciocho años queriendo salir a conocer el mundo que solo ve a través de la ventana de la torre, y esta petición es negada por su madre. Ante un hecho fortuito, aparece nuestro protagonista, un ladrón que cree poseer un carisma a toda prueba, quien llega a la torre huyendo del reino, luego de robar la corona de la princesa perdida (Rapunzel) junto a dos secuaces grandotes como porteros de boliche tilingo. Y a partir de acá es solo disfrutar la historia.
A tener en cuenta. Si existieran unos premios de alguna academia bizarra que otorgue estatuillas a mejores actores de reparto digitales. Se lo tendrían que ganar por escándalo y aplastante mayoría de votos, el caballo perseguidor del reino (cual perro sabueso, Maximus) y el camaleón mascota de Rapunzel. Se comen la película ante cada aparición sin necesidad de hablar. Son todo expresión y conquistarán la pantalla ante cada aparición. Película linda para ver. Consígase algún niño y llévelo de prepo al cine que la van a pasar bien los dos. Eso sí: El Oscar a “Toy Story 3” no se lo saca nadie.

Puntuación: 7 Favitos.-

1 comentario:

  1. Favito, descreía de tu idoneidad desde que le pusiste una mala nota a Mi villano favorito, pero con esto se que estamos en sintonías similares.
    Firma el Gaucho

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