martes, 14 de febrero de 2012

A separation

Sinopsis: Simin, una mujer que se dispone a abandonar Irán con su marido, Nader, y su hija para buscar una vida mejor, sin saber que aquel, preocupado por su padre que está enfermo de Alzheimer, alberga sus dudas y otras intenciones. Este acontecimiento es el detonante de una dolorosa separación del matrimonio y, por tanto, de la familia. Lo que ninguno de los dos puede prever es que este hecho traerá consecuencias irreversibles y que sus vidas se complicarán hasta niveles insospechables en los que el chantaje, la traición, la mezquindad, aflorarán.





Título Original: Jodaeiye Nader az Simin (Nader and Simin, a separation)
Año: 2011
Duración: 123 min.
Genero: Drama
País: Irán
Director: Asghar Farhadi
Guión: Asghar Farhadi
Música:    Sattar Oraki
Fotografía: Mahmoud Kalari
Reparto: Peyman Moaadi, Leila Hatami, Sareh Bayat, Shahab Hosseini, Sarina Farhadi, Kimia Hosseini, Babak Karimi, Ali-Asghar Shahbazi, Shirin Yazdanbakhsh
Productora: Memento Films / Sony Pictures / Asghar Farhadi



El valor de hacerse cargo

 
El orgullo, la fe, la culpa, el determinismo, la mentira contra el valor de la verdad, las distintas visiones de una misma situación, el amor filial, la palabra no dicha, el reclamo como descargo. Cada uno de estos adjetivos toman una dimensión distinta ante cada punto de opinión de los protagonistas de esta historia. El orgullo ante el carácter irreversible que enceguece y deja perder oportunidades de reconciliación solo para el hecho de tener razón. La fe y sus creencias tal distintas a nuestro mundo occidental, donde el miedo al castigo ante una mentira parece ser el peor de los pecados. El determinismo en afirmar una verdad que momento a momento es puesta a prueba. La mentira sostenida en el tiempo hasta las últimas consecuencias, intentando sostener una situación que terminará lastimando irremediablemente a propios y extraños; las distintas visiones y enceguecimientos hacen que la desconfianza crezca entre todos los involucrados ante una misma situación y así se generar el descrédito sumado al conflicto de intereses religiosos y económicos. La falta de confianza ante la falta de declaraciones de afecto y desapego. El amor filial que coloca a padres e hijos en distintas situaciones donde la culpa lleva gran medida. La palabra no dicha que genera la necesidad de escuchar en el otro lo que uno quiere y no puede decir a gritos y calla por orgullo o miedo ante la respuesta o el mismo silencio del otro. El reclamo y la carga culpógena como medio para no querer ver la responsabilidad propia, aunque resulte una solución más rápida el hecho de poder poner en otro lo que a uno le cuesta reconocer. Todos estos ángulos son validos para detallar las distintas situaciones que veremos en esta película y que transforman en una maravillosa experiencia de poder ver un cine distinto, con una distinción muy ligada a las obras de arte.

Quiero solo describir dos situaciones de la trama: La primera es la escena del comienzo mismo de la historia, en la cual los dos protagonistas de esta producción discuten en una toma fija y sin cortes de cinco minutos de duración, las razones por las cuales la mujer decide separarse y su marido negarle el derecho al divorcio. Es tan atractiva esta escena que nos ubica en el papel de observadores primarios y nos conlleva e invita a querer tomar parte por uno o por el otro, aunque esa situación quede irresoluta. La segunda se darán cuenta al término y con los títulos de cierre, ya que en todo el film no tiene ni un segundo de música incidental. La realidad nunca tiene música de fondo. Y esa falta de melodías le otorga potencial dramático al efecto final.

Con un guión notable y una dirección que le aporta un ritmo sin freno pero distinto a lo que estamos acostumbrados a ver, nos lleva a un resultado final maravilloso. Con ese disfrute interno de haber observado una genialidad. Generalmente, cuando algo tiene repercusión internacional, tan lleno de elogios y reconocimientos en distintos ámbitos cinéfilos con críticas favorables a lo largo del planeta, entonces estamos hablando de excelencia. No se me ocurre una palabra que describa mejor a este maravilloso trabajo iraní. 

Puntuación: 9 Favitos.-
 

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