Sinopsis: Philomena Lee, una mujer irlandesa en sus 70
años, se embarazó de adolescente en 1952. Su familia la abandonó por
vergüenza y la mandó a un convento. Cuando sólo tenía tres años, su hijo
Anthony fue alejado del convento contra su voluntad, las monjas habían
acordado darlo en adopción a una familia americana. Philomena pasó los
siguientes 50 años tratando de localizarlo. A través de una serie de
circunstancias afortunadas, ella conoce a Martin Sixsmith, un ex agente
extranjero de la BBC y del Gobierno británico. Cuando Philomena le
cuenta a él de su búsqueda, Martin se las arregla para que los dos
viajen a Estados Unidos y descubran qué sucedió con Anthony.
Interpretes: Anna Maxwell Martin, Judi Dench, Michelle Fairley, Peter Hermann, Sophie Kennedy Clark, Steve Coogan
Director: Stephen Frears
Guionista: Jeff Pope, Steve Coogan
Director de fotografía: Robbie Ryan
Música: Alexandre Desplat
Montaje: Valerio Bonelli
Quien busca, ¿Encuentra?
No sé porqué ni de qué manera asocié, mientras miraba este filme,
dos cosas bien distintas pero que me ayudaran a dar mi opinión que ahora están
leyendo: La película “Philadelphia” (Jonathan Demme, 1993, ganadora de dos Oscars
a mejor actor para Tom Hanks y canción para Bruce Springsteen; aunque para mí
la película es un pelotazo) y con las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo.
Voy a dar mi explicación de la primera equiparación que
acabo de formular: Siempre creí que una historia puede ser fuerte o conmovedora
por sí misma, y que existen directores que elijen contarla de una manera
natural, esperando que el mismo relato de hechos conmueva al espectador. Y
están aquellos otros que elijen ponerle aditivos (primeros planos con gestos de
tristeza que explotan en el rostro, musiquita sensiblera plagada de violines
que apuntan derechito al lagrimal) para que la gente sensible llore un mar y
medio en la butaca del cine. Yo siempre elijo a los primeros. Los segundos me resultan
bastante cursis. En este caso tomaré como ejemplo, si recordamos, la escena
final de Philadelphia, en donde nos muestran en el velorio del protagonista, un
video de éste cuando era chiquito y se apartaba quedando solo en una larguísima
toma con música que intentaba destrozarnos el alma y hacernos sufrir a destajo.
Aquí teniendo la posibilidad de hacer algo similar, el director (Sthepen Frears
a quien amamos desde “High Fidelity”) decide mostrar algo parecido pero sin los
aditivos antes mencionados, dejando que el espectador vea la pantalla sin la
necesidad de golpes bajos. Ésta película tiene varios aciertos de este tipo.
Mostrar sin pegar es realmente un buen manejo del tacto.
El segundo punto es la para mi admirable e incansable
búsqueda que realizan las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo por recuperar a sus
hijos y nietos desaparecidos. Son realmente admirables las fuerzas y pelotas
que tuvieron que tener estas mujeres, para buscar a aquellos seres queridos que
les fueron arrebatados de sus brazos por la fuerza. La necesidad ulterior de
conectarse con su sangre es el motor que moviliza a estas grandes personas. Y
está película se trata de alguien que tuvo una historia similar. La pérdida de un
hijo arrebatado de los brazos de una madre y la necesidad de búsqueda, 50 años después,
de este lazo que el tiempo no logró romper. Las Madres y Abuelas de Plaza de
Mayo buscan a sus hijos. Philomena también.
Judi Dench en el papel de Philomena no merece nada más
que loas nuevamente por su trabajo. Es admirable como pueda intercambiar roles en
cuestión de segundos desde firmeza sin beligerancia hasta pasividad empática.
Acompañada por un periodista que la ayuda en su búsqueda veremos a Steve
Coogan, un inglés adorable que tiene por estampa en casi todos sus trabajos, un
humor sarcástico y comentarios ácidos que parecen brotarle de manera natural (Se
luce en “24 Hour Party People”; si quieren entender que fue y como se
desencadenó el rock inglés de los años ochenta, no tienen que dejar de verla).
Entre ellos no hay una afinidad que destaque en escena pero dicha distancia resulta
efectiva a la hora de contar esta historia.
Es una buena película que no nos quedará en mente por mucho
tiempo, al momento de elegirla no resultará una mala elección, aunque al salir
del cine ya la hayan olvidado.
Puntuación: 6 Favitos.-
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