Sinopsis: Basada en la vida real de Ron Woodroof, un hombre de texas que trabajaba
como cowboy en los típicos rodeos y con una adicción a las drogas y a
las mujeres que lo caracterizaban. Cuando en 1986 le diagnostican SIDA,
los médicos le pronostican un mes de vida. Es asi que Woodroof comenzó a
tomar AZT, el único medicamento disponible para luchar contra la
terrible enfermedad en aquella época.
ACTORES: Matthew McConaughey, Jennifer Garner, Jared Leto.
ACTORES SECUNDARIOS: Steve Zahn, Kevin Rankin, Michael O'Neill.
DIRECTOR: Jean-Marc Vallée .
FOTOGRAFIA: Yves Bélanger.
GUION: Melisa Wallack, Craig Borten.
ORIGEN: Estados Unidos.
Vivir Al Límite
Ante la inminencia de la entrega de los premios Oscars (se entregan
este domingo), me alegró encontrarme, en un
par de las películas nominadas, dos situaciones que no suelen verse muy seguido
para mi gusto, y esto es, que dos actores mediocres o del montón, teniendo en
cuenta la mayoría de sus trabajos, hayan conseguido un papel consagratorio.
Pero no del tipo como anuncian los diarios titulando: “¡La mejor actuación de
su carrera!” (Cada vez que leo este titular me digo: “Siempre ese actor o
actriz actuó tres puntos. Así que ahora debe haber tenido una actuación de
cuatro puntos. El titular no miente. Es la mejor actuación de su carrera, pero
muy lejos del diez.”); sino que realmente lograron actuaciones descollantes. El
primer caso es Sandra Bullock en “Gravity”, en un papel que le creí
absolutamente todo y el segundo es la actuación de Matthew McConaughey, en la
película que hoy nos convoca: Dallas Buyers Club.
No suelo referirme o encarar una crítica desde el lado de
los actores, ya que estos reciben órdenes del director. Suelo observar los
distintos trabajos desde la mirada del que encara el proyecto antes de quien
recibe esas órdenes. Si mi referencia va hacia los actores es para comentar el
desastre que hicieron o, como en este caso, para aquellos que resaltan una
realización por su trabajo. Y no debo dejar de mencionar la actuación de Jared
Leto (fundador además de la banda de rock alternativo adolescente, 30 Seconds
To Mars). Si Matthew McConaughey tiene una actuación de nueve puntos, lo de
Jared Leto llega al diez y le sobra.
La historia nos cuenta la historia real de Ron Woodroof un
hombre texano, flaco al extremo (dicen que las transformaciones físicas
extremas hacen que lleguen las premiaciones), ignorante por demás, homofóbico
al extremo, adicto a las drogas y al alcohol en exceso, quien al llegar por una
eventualidad a un hospital, es informado por los médicos que lo asisten, que
posee el virus del sida y que le quedan treinta días de vida. En su ignorancia
extrema, descree que él pueda ser un portador del virus ya que, según sus
palabras: “Eso es una enfermedad de maricones y yo no soy ningún maricón”. A
todas luces, un cuadrado homofóbico a viva voz. A partir de ahí empieza a
investigar sobre las posibles formas de cura como recurso desesperado, y al
empezar a ser tratado con AZT, su condición no mejora. Distintas circunstancias
lo llevan a México, donde encuentra un galeno que lo empieza a tratar con un
complejo vitamínico que lo revitaliza y le extiende su plazo de vida pautado
por los médicos que lo vieron inicialmente. Al descubrir que los grandes
laboratorios farmacéuticos, no intentan que la gente se cure sino que su mayor
anhelo es hacer crecer sus arcas por demás abultadas, nuestro protagonista, ya
mejor de salud, decide empezar a importar a Estados Unidos las sustancias no
prohibidas pero no habilitadas para la venta, con las cuales él empieza a hacer
negocios. De ahí sale el Dallas Buyers Club.
Es de esas películas que uno mira sin sobresaltos, una “historia
de vida” que tanto agrada a un determinado sector del público espectador que le
encanta ver situaciones reales (tan real como el director lo dicte). No es mala
pero tampoco es sobresaliente, se deja ver. A rescatar: Un par de actuaciones
descollantes como ya mencioné y solo eso.
Puntuación: 6 Favitos.-
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