Sinopsis: Will Gerard (Nicolas Cage) el protagonista de Fuera de la ley, es un profesor de secundaria de los suburbios de Nueva Orleans. Luego del violento ataque sexual que sufre su esposa, y mientras se encuentra todavía en el hospital, esperando que se recupere, Will acepta la propuesta de un hombre desconocido que le ofrece hacer justicia al instante y evitarles pasar por el mal momento que supone un proceso legal. Una decisión que le acarreará terribles consecuencias.
Dirección: Roger Donaldson
Guión: Robert Tannen
Título Original: Seeking Justice
Género: Acción, Suspenso
Origen: Estados Unidos
Duración: 105 minutos
Intérpretes: Nicolas Cage, January Jones, Guy Pearce, Harold Perrineau, Xander Berkeley, Cullen Moss, Marcus Lyle Brown
Justicia a los balazos
Existe en Estados unidos una organización secreta (según lo
que nos cuenta esta ficción), tan oculta para todos, que quien devela algún tipo
de dato sobre este grupito de personas, termina muriendo (de manera violenta,
por supuesto). Este conjunto de gente siniestra que cree obrar a favor del
bien, se encarga de hacer crema a aquellas personas que cometen una atrocidad
del tipo, violación, tortura, sacarle fotos a chicos para revenderla a
buscadores de sexo enfermito, asesinatos y demás ricuras de la raza humana. La
forma de actuar de esta organización es contactar al perjudicado unas horas
después de cometido el hecho. Así es como esta estructura se acerca al bueno de
Nicolas Cage, para decirle que ellos se encargarán de hacer justicia por mano
propia ya que la policía parece no encargarse de nada, así que le comentan que
ya tienen ubicado al tipo aquel que acababa de violar y pegar a mansalva a su
mujer; este duda en primer momento y se niega, pero cinco segundos después se
retracta y pide sangre justiciera, a cambio de semejante favor, le dicen que un
par de meses adelante lo van a contactar para pedirle que se encargue de algún
asunto vital para poder continuar operando y seguir “haciendo el bien” a gente
perjudicada. Al otro día de contactado, le traen a nuestro protagonista, un
sobre con pruebas del asesinato, mas la cadenita recuperada que le habían
sacado a su mujer en el episodio violento.
La vida continua como si nada hubiera pasado y sin que su
esposa, quien de manera por demás inocente jamás sospecha nada (January Jones,
me la sacaron de de la serie “Mad Men” y me quedó totalmente
descontextualizada), hasta que meses después reaparece el muchacho que lo
contactó inicialmente (Guy Pierce con ceño fruncido siempre) para pedir la retribución
del favor que le hicieron y que dicho pago tiene que cumplirse si o si. Se
imaginarán que dichos sucesos tienen un comienzo de pedidos casi infantiles,
para después ir incrementando dichos “favores retributivos” a escalas
innecesarias pero que al director parece cerrarle de manera maravillosa.
No crean que les hice spoiler, o tal vez sí, es lo que pensarán
aquellos que no quieren saber absolutamente nada de una película antes de verla
(no entiendo a esa gente, no quiere saber nada pero lee críticas;
incomprensible). Solo les conté de qué trata esta historia, la cual, es una mas
dentro del firmamento de irracionalidades yanquis con carácter violento. En la
cual todo se resuelve siempre a través de los tiros. Indudablemente y como bien
lo reflejó el excelente documental de Michael Moore llamado “Bowling for
Columbine”, el exceso de armas y resolución de conflictos a través de los
disparos, hace que eso mismo sea trasladado al cine, televisión, medios de
comunicación; o tal vez es al revés, la comunicación emitida a través de los
medios genera en la sociedad esa suma de violencia in crescendo. Creo que esa
es una de las explicaciones que le puedo dar al hecho de ver tanto pero tanto
cine absolutamente igual. Donde se presenta un conflicto y dicho problema se
resuelve a los tiros, como única solución posible, donde el bueno asesina al
malo y todos felices. Esto es más de lo mismo. A los quince minutos (que fue lo
que les conté acá) ya estaba aburrido bostezando. Ustedes decidan.
Puntuación: 3 Favitos.-
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